martes, 10 de noviembre de 2015

Tengo una página en blanco frente a mis ojos y mis posibilidades de ser. A veces creemos que las cosas no pueden ni deben cambiar, pero cuando sucede simplemente, pasa y lo aceptas. No hay más.

miércoles, 14 de mayo de 2014

c.

Se hace extraño escribir por aquí como a veces mirarme al espejo. La duda que este refleja ofende mi orgullo, pero la realidad es que me escondo tras la piel de alguien que cree quién es.
Leí hace poco que si sabes quién eres, te da igual lo que los demás piensen. Pues mira que es cierto.
La agonía de no conocerte es muy fuerte...

domingo, 18 de agosto de 2013

-Cielo y tierra, miles de imprevistos y un quizá-

Cuando los límites te los pones tu mismo y los miedos y prejuicios te martirizan, no hay más que cerrar los ojos y creer. Que a una semana de aquí estaré muy lejos, sí, pero tengo ganas de creer por fin en algo. No ese creer a medias que llevo toda mi vida arrastrando, sino creer desde el alma. Sentir que esto es algo palpable, en el aire, en las miradas y en los suspiros, que te quiero conmigo. Nadie dijo que fuera fácil, ni rápido ni sencillo. Todo lo contrario. Pero eso es lo que le pone en sí mismo jugo y garra ¿no?. Son ganas, de probarnos, de arriesgarnos.
De no saber pero querer.

Ganas de que todos mis latidos se sigan sincronizando contigo, de que mis gestos se acompasen a tu risa y mi mirada se pierda en tu boca aunque estemos a miles de kilómetros. Ganas de luchar por una ilusión que está viva. 

lunes, 15 de julio de 2013

Come and save me

Nunca creí en el porqué de dar segundas oportunidades hasta que te conocí y me salió solo negarme a la razón y al orgullo.

Nunca supe del poder que tenemos aquellos a los que nos otorgan el derecho a responder. El derecho, que no la obligación. Porque cuando tienes en tu mano tu propia felicidad y, en ciertos casos, la de gente a la que quieres, ¿quién dice "no" y falla directamente?

He aquí la respuesta a todas las dudas: si sigues sintiendo, date una oportunidad de ser feliz porque nunca sabes qué camino puedes andar esta vez.

No voy a negar que a veces el camino es en realidad un circuito cerrado que no lleva a ningún sitio mas que a marearte y hacerte perder el tiempo, pero no te das cuenta de ello hasta que no has dado unas cuantas vueltas ;)

Desde mi propia experiencia, no podría haber dado otra oportunidad mejor. Quién sabe cómo vendrá el futuro, hay que ser realistas pues todo puede pasar, pero ahora sé con toda claridad que no me arrepiento. Que sigo pensando lo que siento y siento lo que pienso. Que nunca estuve tan segura de algo como lo estoy de haber tomado la decisión correcta respecto a ti. 

lunes, 8 de julio de 2013

Hope and trust.

La mayoría de las veces, las vueltas que damos a todas las ideas, miedos, inseguridades e ilusiones se deben a la falta de esperanza y de confianza que tenemos en las personas y en lo que nos depara nuestra suerte. No voy a generalizar, hay a quien le sobra demasiada, pero por lo general esto no suele suceder.

La vida da suficientes palos como para forjarnos en la creencia de que es imposible esperar tranquilamente y confiar ciegamente, dejando que las cosas sucedan, y que todo salga a la perfección. Todos sabemos que esto no es así, que la vida es como viene, sin rincones, que unas veces se gana y otras se pierde. 

Pero la cuestión es, si el resultado es inevitable e incontrolable, si no siempre va a salir como queremos y no podemos hacer nada, ¿nos toca sufrir o acaso tenemos opción? 
La respuesta está más que clara, pero no es tan fácil aplicarla.

El problema de todo esto es que tenemos (o en mi caso tengo) lo que yo llamo tendencia a la ilusión, porque somos puramente emoción y vivimos de las expectativas que nos creamos. Y cuando la vida llega y las rompe en pedazos, sufrimos como nadie.

Por eso cuesta tanto confiar y tener esperanza, porque buscamos insaciablemente un camino que nos evite el sufrimiento que probablemente la vida nos deparó hace mucho tiempo. Pero somos incapaces de aceptar que estamos desprotegidos, expuestos a la vida y a las personas que quieran jugar con nosotros; que somos incapaces de aceptar la vulnerabilidad que nos otorgan gratuitamente nuestros sentimientos.

lunes, 17 de junio de 2013

E.M.E.

Elemental, como todas las cosas que nos faltan por descubrir de la vida. 
Es elemental que quieras sentir tu mano en mi espalda, sólo en la mía. Elemental, como todas las cosas que no nos decimos, como todos los miedos que nos olvidamos de afrontar al ceder a la rutina y a ese "dejarlo pasar". 
Es elemental que nos dejemos espiarnos el alma y engullir nuestras desconfianzas.

Mágico, como cada beso que te debo porque es la continuación del anterior y el preludio del siguiente. Es mágico que con solo una mirada consigas hacerme sentir mil cosas a la vez. Mágico, como cada día que nos vemos y disfrutamos como niños sin saber que es necesario darnos cuenta de las cosas que deberían importarnos.

Estúpido, como las razones que da mi corazón para hacerme olvidar las pequeñas agujas que me clavas sin querer. Es estúpido pensar que puedo y te tengo solo para mí en todos los sentidos posibles. Estúpida es, quizá no, cada palabra que sale de mi boca si no es para decirte lo mucho que te extraño.

Así son mis pensamientos, de forma simultánea y complementaria. 
Así, indirectamente, eres todo tu, eme. 
A veces pienso que esto no puede ser normal, que un día voy a explotar.


miércoles, 12 de junio de 2013

Rallada mental

Esto soy sólo yo, y eso ya es decir, escribiéndole a mi ser. 

Declarando, en falso, todo aquello que quiero negar; deseando esconder bien el miedo que quiero ocultar, el terror a fallar, los temores de perder, la tristeza de no saber... 
Solo soy una chica que se niega a sí misma desear todo aquello que no se atreve a reconocer. 

Voy dando pasos en falso, voy andando por andar. Camino sin sentido, sin camino, hacia un destino que no puedo ni atisbar. Y no quiero seguir así, quiero cambiarlo y tomar las riendas de mi vida y caminar porque así lo decida, pero hay algo que me detiene y me frustra. El problema está en que no sé qué es.

Esto que escribo no tiene ni pies ni cabeza, es un desorden de ideas que necesito exponer o mi cabeza va a estallar. 

Tú estarás leyendo mientras piensas: qué chica más complicada, qué rara, qué mal está. 
Y yo... por qué te lo voy a negar. 

sábado, 18 de mayo de 2013

Impulso inconsciente.

¿Y si tu cabeza tuviera un doble fondo? Una parte inconsciente que a veces te deja ver sus jugadas y te muestra hacia dónde estás caminando "conscientemente". Que te deje saber que estás yendo al destino que deseas y no al que debes.

Esos pasos agigantados que damos sin pensar, pensando. Cuando nuestra razón hace la vista gorda y mira hacia otro lado. Esos que salen solos, los llamados impulsos del corazón.

Es saber que debo hacer algo que odio, y hacerlo mal sin realmente darme cuenta, para acabar llegando a mi meta, a ese destino que deseo y en el que no dejo de pensar. A veces me invade, me dejo llevar demasiado. Me alejo de la realidad, del orgullo, de la razón y de tener la conciencia tranquila. A veces sólo soy yo queriendo a momentos, viviendo sentimientos.