domingo, 18 de agosto de 2013

-Cielo y tierra, miles de imprevistos y un quizá-

Cuando los límites te los pones tu mismo y los miedos y prejuicios te martirizan, no hay más que cerrar los ojos y creer. Que a una semana de aquí estaré muy lejos, sí, pero tengo ganas de creer por fin en algo. No ese creer a medias que llevo toda mi vida arrastrando, sino creer desde el alma. Sentir que esto es algo palpable, en el aire, en las miradas y en los suspiros, que te quiero conmigo. Nadie dijo que fuera fácil, ni rápido ni sencillo. Todo lo contrario. Pero eso es lo que le pone en sí mismo jugo y garra ¿no?. Son ganas, de probarnos, de arriesgarnos.
De no saber pero querer.

Ganas de que todos mis latidos se sigan sincronizando contigo, de que mis gestos se acompasen a tu risa y mi mirada se pierda en tu boca aunque estemos a miles de kilómetros. Ganas de luchar por una ilusión que está viva. 

lunes, 15 de julio de 2013

Come and save me

Nunca creí en el porqué de dar segundas oportunidades hasta que te conocí y me salió solo negarme a la razón y al orgullo.

Nunca supe del poder que tenemos aquellos a los que nos otorgan el derecho a responder. El derecho, que no la obligación. Porque cuando tienes en tu mano tu propia felicidad y, en ciertos casos, la de gente a la que quieres, ¿quién dice "no" y falla directamente?

He aquí la respuesta a todas las dudas: si sigues sintiendo, date una oportunidad de ser feliz porque nunca sabes qué camino puedes andar esta vez.

No voy a negar que a veces el camino es en realidad un circuito cerrado que no lleva a ningún sitio mas que a marearte y hacerte perder el tiempo, pero no te das cuenta de ello hasta que no has dado unas cuantas vueltas ;)

Desde mi propia experiencia, no podría haber dado otra oportunidad mejor. Quién sabe cómo vendrá el futuro, hay que ser realistas pues todo puede pasar, pero ahora sé con toda claridad que no me arrepiento. Que sigo pensando lo que siento y siento lo que pienso. Que nunca estuve tan segura de algo como lo estoy de haber tomado la decisión correcta respecto a ti. 

lunes, 8 de julio de 2013

Hope and trust.

La mayoría de las veces, las vueltas que damos a todas las ideas, miedos, inseguridades e ilusiones se deben a la falta de esperanza y de confianza que tenemos en las personas y en lo que nos depara nuestra suerte. No voy a generalizar, hay a quien le sobra demasiada, pero por lo general esto no suele suceder.

La vida da suficientes palos como para forjarnos en la creencia de que es imposible esperar tranquilamente y confiar ciegamente, dejando que las cosas sucedan, y que todo salga a la perfección. Todos sabemos que esto no es así, que la vida es como viene, sin rincones, que unas veces se gana y otras se pierde. 

Pero la cuestión es, si el resultado es inevitable e incontrolable, si no siempre va a salir como queremos y no podemos hacer nada, ¿nos toca sufrir o acaso tenemos opción? 
La respuesta está más que clara, pero no es tan fácil aplicarla.

El problema de todo esto es que tenemos (o en mi caso tengo) lo que yo llamo tendencia a la ilusión, porque somos puramente emoción y vivimos de las expectativas que nos creamos. Y cuando la vida llega y las rompe en pedazos, sufrimos como nadie.

Por eso cuesta tanto confiar y tener esperanza, porque buscamos insaciablemente un camino que nos evite el sufrimiento que probablemente la vida nos deparó hace mucho tiempo. Pero somos incapaces de aceptar que estamos desprotegidos, expuestos a la vida y a las personas que quieran jugar con nosotros; que somos incapaces de aceptar la vulnerabilidad que nos otorgan gratuitamente nuestros sentimientos.

lunes, 17 de junio de 2013

E.M.E.

Elemental, como todas las cosas que nos faltan por descubrir de la vida. 
Es elemental que quieras sentir tu mano en mi espalda, sólo en la mía. Elemental, como todas las cosas que no nos decimos, como todos los miedos que nos olvidamos de afrontar al ceder a la rutina y a ese "dejarlo pasar". 
Es elemental que nos dejemos espiarnos el alma y engullir nuestras desconfianzas.

Mágico, como cada beso que te debo porque es la continuación del anterior y el preludio del siguiente. Es mágico que con solo una mirada consigas hacerme sentir mil cosas a la vez. Mágico, como cada día que nos vemos y disfrutamos como niños sin saber que es necesario darnos cuenta de las cosas que deberían importarnos.

Estúpido, como las razones que da mi corazón para hacerme olvidar las pequeñas agujas que me clavas sin querer. Es estúpido pensar que puedo y te tengo solo para mí en todos los sentidos posibles. Estúpida es, quizá no, cada palabra que sale de mi boca si no es para decirte lo mucho que te extraño.

Así son mis pensamientos, de forma simultánea y complementaria. 
Así, indirectamente, eres todo tu, eme. 
A veces pienso que esto no puede ser normal, que un día voy a explotar.


miércoles, 12 de junio de 2013

Rallada mental

Esto soy sólo yo, y eso ya es decir, escribiéndole a mi ser. 

Declarando, en falso, todo aquello que quiero negar; deseando esconder bien el miedo que quiero ocultar, el terror a fallar, los temores de perder, la tristeza de no saber... 
Solo soy una chica que se niega a sí misma desear todo aquello que no se atreve a reconocer. 

Voy dando pasos en falso, voy andando por andar. Camino sin sentido, sin camino, hacia un destino que no puedo ni atisbar. Y no quiero seguir así, quiero cambiarlo y tomar las riendas de mi vida y caminar porque así lo decida, pero hay algo que me detiene y me frustra. El problema está en que no sé qué es.

Esto que escribo no tiene ni pies ni cabeza, es un desorden de ideas que necesito exponer o mi cabeza va a estallar. 

Tú estarás leyendo mientras piensas: qué chica más complicada, qué rara, qué mal está. 
Y yo... por qué te lo voy a negar. 

sábado, 18 de mayo de 2013

Impulso inconsciente.

¿Y si tu cabeza tuviera un doble fondo? Una parte inconsciente que a veces te deja ver sus jugadas y te muestra hacia dónde estás caminando "conscientemente". Que te deje saber que estás yendo al destino que deseas y no al que debes.

Esos pasos agigantados que damos sin pensar, pensando. Cuando nuestra razón hace la vista gorda y mira hacia otro lado. Esos que salen solos, los llamados impulsos del corazón.

Es saber que debo hacer algo que odio, y hacerlo mal sin realmente darme cuenta, para acabar llegando a mi meta, a ese destino que deseo y en el que no dejo de pensar. A veces me invade, me dejo llevar demasiado. Me alejo de la realidad, del orgullo, de la razón y de tener la conciencia tranquila. A veces sólo soy yo queriendo a momentos, viviendo sentimientos.

viernes, 17 de mayo de 2013

Sobre mí.

Será porque un amigo me animó a hacerlo, o quizá simplemente sea porque me aburre soberanamente lo que tengo que estudiar, pero voy a intentar retar a mi propia descripción e intentar definirme dentro de lo que me deje mi ser.


Soy una chica, cómo decirlo... sencillamente complicada. Soy sonriente, ñoña, me gusta que me mimen y demostrar afecto cuando me sale: tengo ataques de amor. Me sonrojo con facilidad, pero también me mosqueo con cierta frecuencia aunque me lo calle. Soy de fijarme en los detalles, en esas pequeñas cosas que quizá pasan desapercibidas para el resto del mundo. (Será por eso que una de mis películas favoritas es Amelie). 

No voy a negar que a veces llega al punto de obsesiva inconformista, me ha costado aceptarlo pero tengo ataques de esos. Soy, quizá se diga así, un tanto inconstante, pero efusiva. Me dominan mis emociones y en la mayoría de casos eso gusta, soy yo misma. Soy sencilla en mi complicación. No soy difícil de conocer ni introvertida ni difícil de llevar. Sé que tengo unas pautas con las que puedes llevarte de maravilla conmigo, el problema es que aun estoy por definirlas.

Por otro lado, he de aceptar que soy (algo) friki, lo justo para hablar de superhéroes o del Señor de los Anillos sin sonar a gamer. Me encanta ver series (versión original si es posible) tapada con una manta o pelis con buena compañía.

Me gusta el chocolate, pero no en exceso; me gustan los besos lentos y en el cuello. Me gusta la música, cantar, buena compañía, el sol, el buen tiempo. Soy feliz con solo eso. Y risas. Sonreír. Disfrutar de que estoy viva y aún soy joven. Hablar con mis amigas de sexo o filosofar acerca de qué nos deparará la vida. Y soy de esas personas que aunque no te abras a mí, si me importas, haré lo necesario para que sepas que me tienes ahí, esperando a escucharte.


Lo siento, este texto a quedado un poco descolocado, como yo. 
Aún hay mucho camino por recorrer. 




viernes, 10 de mayo de 2013

¿Miedo?

Si nos es difícil contar a la perfección lo que sentimos es porque es muy complicado determinar claramente qué sentimos, sin esquinas ni vueltas, sin añadidos, únicamente sentimientos puros, qué y cómo quieres algo.
Y esto sucede por las murallas, difíciles de ver, que creamos en nosotros, esas que nos da miedo derruir, esas que se forjan con el miedo al qué dirán, el miedo a ser rechazados o a exponerse al sufrimiento.

Sinceramente, esas barreras se habrán hecho por algo, tendrán su porqué, pero hay veces en la vida en que merece la pena arriesgarse, quitar una pequeña pieza que nos deje ver la inmensidad de lo que estamos perdiéndonos. Y esto es, como todo lo que nos da miedo confesar, lo que en realidad queremos. Lo sabes, pero no te arriesgas a dar el paso. Sabes lo que quieres, sabes lo que te retiene, pero te pones excusas inútiles que te hagan quedarte refugiado, protegido, pero sin avanzar, perdiéndote todo aquello que más deseas.

A todo aquél que lea esto, te invito a ser valiente, a ser consciente de la magnitud de lo que puedes llegar a vivir. Deja que caigan tus muros protectores, arriésgate y vive. Sonríe :)

miércoles, 8 de mayo de 2013

As I'm watching you sleep.

Las esquinas de esta cama se hacen demasiado pequeñas para esconder las ganas que me quedan de abrazarte. Te miro y me sorprendo de cuan fácil haces todo sólo con estar a mi lado. Y, aunque al mismo tiempo sea complicado, aunque llevemos arrastrando las migajas de lo que empezamos una vez hace ya mucho, el puzzle se va recomponiendo. Cada vez todo encaja mejor, llegó el punto en que todo se ve más sencillo.

Te miro al dormir y no puedo evitar esbozar una media sonrisa. Mi felicidad no puede contener sus ganas de besarte. Te has vuelto rutina, una que me encanta, y tu sonrisa cada vez se queda más grabada en mi piel y yo no puedo hacer nada, eres como el Arma que descompone mi cordura, mi ser, mis fuerzas. Me dejo llevar en la inmensidad de tus ojos y tu boca, esa boca que me pierde...

Ha pasado tan solo un momento desde que me distancié a pensar y ya te echo de menos. Me tumbo a tu lado, te abrazo, te huelo, te miro y sonrío: eres mío.


lunes, 6 de mayo de 2013

Vivirte.

Hay veces, en mi caso la mayoría, en que la supuesta fuerza de voluntad que tengo desaparece cuando me doy cuenta de que sería más sano distanciarme de algo que me apasiona y que me hace perderme a mí misma. Es ahí cuando me doy cuenta de cuánto me gustas. No hay orgullo, no hay barreras. 

Y a cada momento que pasa me doy más cuenta de cuántas ganas tengo de vivir(te). De ser locura, más aún, darlo todo y entregarme en cuerpo y alma. De arriesgarme en algo que me encanta. Puede ser momentáneo, hay que ser realistas. Sí, todo llega, todo pasa, mejor disfruta del viaje. Porque la cuestión no es qué pasó ni qué queda por venir, es qué estoy viviendo, cuáles son mis posibilidades, aquí y ahora.

Las cosas pueden cambiar tanto, para bien o para mal, y con una rapidez tan impredecible e imperceptible, que necesitamos aferrarnos al momento que se presenta, dejarlo surgir, dejarnos sentir. No hay más. ¿Por qué no entregarse? La vida trata sobre eso, arriesgarse, darlo todo. Vivir el momento, sentirlo. 

miércoles, 1 de mayo de 2013

Puntos indecisos.

¿Con qué derecho te crees para irrumpir así en mi vida de nuevo y ponerla patas arriba? No sabes de lo que eres capaz en mí. Quizá sí y eso es lo peor. ¿O acaso aún no sabes que eres mi debilidad?

Mi cabeza da vueltas sin parar preguntándose qué es lo que va a pasar, si realmente debería parar. El miedo, otra vez, consume. La inseguridad que ofreces hace que me desvanezca. Y tu inconstancia se muestra como reflejo de que nada te importa lo suficiente. Es así, lo siento si duele. No sé qué quieres. Tú tampoco y ese es el problema, que no sabes lo dispuesto que estás a dar, a entregarte, que no quieres arriesgarte. 
O quieres pero no puedes.

Pues, sinceramente, basta ya de dar vueltas, estoy cansada. De los líos que nuestra historia lleva enredados, de los dardos envenenados que lanzan sutilmente tus sucias costumbres sin querer. Quiero un cambio, quiero todo de ti solo si estás dispuesto a darlo. No me conformo con menos, ni quiero, ni puedo, ni me lo merezco. 
Quiero correr a todo esto un tupido velo y olvidarme de eso que llaman sufrir por amor. Quiero que dejes de ser inspiración, que me dejes mi concentración y mis ganas de marcharme. Déjame alejarme de la atracción que brinda tu cuello, déjame no necesitarte, déjame que vuelva de tus caricias algo evitable. 


Está claro que esto son solo divagaciones mías de una entre mil posibilidades. Que luego, como siempre, tú vendrás a romper todos los esquemas, a querer besarme. Y yo, tonta presa en tu mirada, haré como toda respuesta una inevitable sonrisa de quien se pierde con tu boca. 


lunes, 29 de abril de 2013

Déjate amarme.

Déjame quererte a mi modo, en mis brazos, en mi espacio, sencillo y cómodo. Déjate besar, tranquila y pasionalmente, volverte inconsciente. Que la locura que pasa por nuestras cabezas se desvanezca en los besos sinceros que te debo. Que  mi piel y la tuya sean una, que nos volvamos eternos.

Deja que pasen las horas, no tengas prisa. Deja que sea mi sonrisa quien te busque las cosquillas, que te sorprendas cuando te encuentres perdido en mí y que te encante. Déjame cantarte, despacio y al oído, que te necesito; ábrete a sentir sin miedo. Déjalo surgir.

Cierra los ojos; besa y siente.
Déjame ser la única que te envuelva y la que ocupe tu mente.

Dulces besos.


Cuando no hay más que decir. En ese momento, cuando sobran las palabras, una mirada o una caricia lo dice todo sin que digas nada. Y también un solo beso puede expresar muchísimo.

Es increíble de lo que somos capaces los seres humanos. Podemos sentirnos inseguros, miedosos, eufóricos o felices, que aun siendo muy buenos actores tenemos la (in)capacidad de transmitir mucho de lo que no somos conscientes. Lo que se llama el lenguaje corporal, pero visto de otra forma. No tanto como una atracción, que también, sino como una puerta para el alma. 

Creo firmemente en esto. Hay personas con las que puedes tener una química increíble, y otros tantos con las que no. Y no se puede hacer nada contra eso. La química surge gracias a lo que se denomina ese "algo innato" que tienen ciertas personas. En mi corta  e inexperta vida, he pasado por suficientes casos como para poder afirmar que un beso nos hace vulnerables. Sí, nos muestra como somos, ardientes, pasionales, pasivos o sosos. Hasta algunos casos, muy babosos. 

Por eso creo firmemente en la fuerza de esa tensión previa al beso y de algunos besos en sí. Porque en ellos se demuestra lo que sientes sin capas, sin mentiras, sin esconderse. 


Un  buen beso puede extasiarte, alegrarte el día ;)


domingo, 28 de abril de 2013

tasteless


Y vas y vuelves,
Y no me dejas entenderte.
Te vuelves verde.
Y en el murmullo de la gente no dejas de sorprenderme.

¿Qué pasa  por tu mente?
No me mereces, no lo entiendes.
Ni lo intentes.
Me cansé de verte en cada esquina de mi mente.

Sí, me estremeces, quiero conocerte.
Pero a cada paso que doy te vuelves indiferente.
Tú no lo sientes. Y yo, sinceramente,
estoy cansada de anhelarte sin tenerte. 

sábado, 20 de abril de 2013

Donde estés tú.

Donde dicen que las pequeñas cosas lo son todo: ese sitio en donde sé que puedo pasar una tarde increíble con el entretenimiento de tus ojos y tu risa. Es ahí, en ese beso interminable e insaciable, como nosotros. Como las ganas que me quedan de ti; tan inexpertas como yo, tan únicas como todo lo que tiene que ver contigo.

De ese sitio voy y vengo, me entretengo, me distraigo y sí, me caigo, me pierdo. 
Pero es distinto, algo ha cambiado, puedo sentirlo. Y tu también. Ambos lo sabemos. Ni me pregunto qué será ni quiero saberlo, me gusta(s). Quiero disfrutarlo, disfrutarnos. No pensar. Saber que ahora mismo eres lo que quiero. Dejarme llevar; a donde el tiempo y tu queráis. Ser prisionera en libertad y vivir las oportunidades cuando vienen, para no dejarlas escapar. 

domingo, 7 de abril de 2013

Círculo vicioso.


Ya no sé qué estoy buscando, qué quiero encontrar ni qué estoy dispuesta a esperar.

Porque si te buscaba no te encontré y si dejé de buscarte tu no me encontraste, ni te pusiste a buscar. Y cansada de dar vueltas me paré para dejarme encontrar, para que lo que sea que tuviera que alcanzarme lo hiciera.

Pero soy un alma inquieta y no paro de mirar. Me miro a mi sin ver cómo quiero verme. Miro alrededor y me gusta todo y nada a la vez.
Tengo ganas de dejarme llevar, quiero ser todo. Quiero comerme el mundo, pero tengo miedo de que él se me adelante y me quedo en nada. En la nada con opción a ser multitud de posibilidades, pero que nunca es.

Y a cada paso que doy, veo que sigo en el bucle que me lleva al mismo sitio de siempre:
A buscar algo que no quiero, a querer algo que no busco.

lunes, 18 de marzo de 2013

Siendo tu tan tu, siendo yo...


Hoy es mi domingo particular. Mi domingo para pensar en todas las cosas que echo de menos de mi y en todas las cosas de ti que ya sé que no necesito, aunque a veces siga deseándote y me deje hacerlo. Pienso en todos los recuerdos intensos que son y serán solo eso: recuerdos. Son experiencias de quien vive y no le importa el dolor que eso conlleva. 

No digo que no haya miedo, a sufrir, a perder(te), como estoy ahora, sabiendo que cuando lo bueno se acaba no siempre empieza lo malo. Sé que las cosas tarde o temprano mejoran, que tu sonrisa (será por mi mala memoria o por distraerme con otros sentimientos) sólo quedará marcada en las fotos que todavía cotilleo, que saldrá de mi mente y no sentiré nada al recordar la mirada de tus ojos

Es cuestión de tiempo, el saber que nada es lo que parece y que puedo sacar cosas positivas de cada lección de vida, que todo es en sí un aprendizaje. Pues quererte, a ti y a tu cuerpo, con rabia y desenfreno me alejaba de todo, y ahí comprendo que yo no era yo y que tu no eras bueno para mi. Que al perderme no me correspondías y que eso me gastaba demasiado. Fuiste inspiración para esas palabras sinceras que ahora están vacías y para otras que ahora llegan con energía, con ganas de comerse el mundo y gritar al viento hasta quedarse sin aire.

Que probar tus labios fue tocar el cielo, sí, pero no será el único que cate. No te lo permito. Ni ser más el porqué de mis noches en vela, ni ser la agonía punzante que derroche alguna que otra madrugada. No serás nada más que besos muy sentidos, un invierno intenso y, por qué negarlo, un acierto que cometí sin saber que estaba encontrando el impulso que necesitaba para ser todo aquello que nunca fui. 

Añorar soñando; soñar que te están añorando.

Ella sólo era una chica que añoraba sus abrazos.

Pensó en olvidarle refugiándose en otros, pero no daban el calor que daban los suyos. Las caricias no eran tan intensas, ni eran besos tan dulces, ni los labios tan tiernos; los latidos no se acompasaban y ella no podía hacer nada.
Su mente y su cuerpo le alejaban poco a poco de él, y lo agradecía, pero inevitablemente le veía en todas partes, en las cosas más insignificantes, en los rincones más inexplicables.

Se refugiaba, sí, por miedo a congelarse. Y ella sabía que sería mejor arriesgarse a la fría noche y luchar contra la tristeza que a veces la soledad ofrece. Se congelaba por miedo a dejar de recordar y olvidarse de él, de su pelo y de la forma en que reía cuando estaban juntos, de eso que sentía tan único. 

Pero sus ojos, ahora frágiles, aun sabiendo que ya no servía de nada recordarlo, viajaban ciegos a escenas negadas a repetirse por el tiempo y por la vida; por las cosas que no entendían. Y la rabia le comía por dentro al aceptar que sólo ella le echaba de menos en su vacía soledad. 

viernes, 15 de marzo de 2013

Se vuelve rutina tu recuerdo.

Vuelve la misma rutina de todas las noches: los recuerdos hechos costumbre, los reproches. Que las palabras me recuerden a ti y no fuerce a mi mente a dejarte ir, que te quedes aquí, en un rincón de mi mente cuando antes solías estar en un rincón de mis brazos, cuando no te importaba sentirnos inhumanos.
Sé que no debo, y aun así ahí mantengo los recuerdos, esos que me inundan y que no puedo contener. Que me desvelo, por mi, por el miedo, por los sueños imposibles que aun tengo que cumplir. Que ahora serán todos sin ti. 

Y lo acepto, pero lo niego. Soy puro desconcierto, puro y puto desconsuelo. De no tenerte más aquí, de no saber si estarás pensando en mi. De saber que en el fondo no te quiero, ni en mi vida ni en mi corazón, pero aun así te deseo. Deseo los recuerdos de ti que me quedan, cuando todo era sencillo y nuestras independientes y distintas vidas no se entrometían en nuestros momentos, mágicos e intensos. 

Por eso, y por nada, te pienso: porque recuerdo los momentos, aquellos en que me sentía bien y no tenía que pensar en qué iba a hacer. Porque, aunque son cosas de ayer, es algo que por mucho que no quiera,  no olvidaré.

jueves, 7 de marzo de 2013

No más miedo.

No nos atrevemos a dejar de sentir algo que, aunque duele, nos demuestra que estamos vivos y que lo vivido era real. Es ahí cuando el miedo se convierte en la guía de nuestros pasos. 

Solemos meditar todo, recapitular hasta las posibilidades más improbables, las causas más remotas que nos podrían llevar a un futuro incierto. Somos así por naturaleza, no podemos evitarlo.
Y en la simplicidad que oculta todo esto, descubro que el motivo de nuestra tristeza no es el hecho de perder algo ni dejar de sentir (pues en el fondo sabemos que, de un modo u otro, acabaremos volviendo a sentirnos así) sino el vacío que nos deja y la cantidad de probabilidades que no podemos controlar.

El miedo a lo desconocido, a no saber qué nos va a traer el mañana.
La tristeza que nos da quien a su vez nos deja no es más que el reflejo del miedo que nos da el sentirnos abandonados e inconscientes de todo aquello que nadie sabe que vendrá. 

Por eso quiero liberarme del miedo. Huir de él y refugiarme en la seguridad de que el mañana, en su incertidumbre, es lo que alumbra el camino que sospechamos desierto y sombrío. 

martes, 5 de marzo de 2013

Sin más.


Y un día de estos, simplemente, tu número se perderá y yo no me daré ni cuenta.
Tu nombre se evaporará de la materia de que está hecha mi memoria. 
Y esa chica que moría por ti será pasado, la veré lejana, pequeña e inocente;
inconsciente de todo lo que la quedaba por vivir. 

domingo, 3 de marzo de 2013

Por si se me olvida olvidarte.

Perdóname alma, por querer apartarle de mi mente con furia y garras. Por querer echarle a patadas, dando portazos y a gritos. Porque en el camino sales siempre maltratada.

Y a ti, perdóname por querer olvidarte. Perdona por intentarlo desde lo más hondo de mi ser; por querer borrar cada sentimiento, cada palabra y tu presencia. Porque aun así soy idiota y te entiendo, y en ese entendimiento me pierdo, me pierdo en el recuerdo y al perderme te encuentro. Pero te encuentro lejano, te encuentro en el pasado; a ti y a mi llanto. Veo de nuevo lo cansada que estoy, y prefiero tu olvido a mi dolor constante. Así que perdona, pero voy a olvidarte.

sábado, 2 de marzo de 2013

Siente.

Al hablar, meditar, reflexionar, cuestionar o en definitiva, ser persona, uno acaba dándose cuenta de que la capacidad de sentir que tenemos es infinita. No me refiero con respecto a una persona en concreto, que también, si no en cuanto a todo. Podemos sentirnos de mil maneras a la vez, podemos no sentir nada, y se puede sentir mucho pero no saber el qué exactamente. 
He ahí el milagro de lo que somos: un cúmulo de emociones. 
Porque sentir es, ni más ni menos, emoción. Es euforia, descontrol, es tristeza y pasión. Somos todo y nada a la vez, el impulso vivo en quien no teme sentir, quien no teme ser lo que es. Puedes molestarte y odiarte por sentir lo que sientes o porque quien tu quieras no siente como quieres que sienta. Pero no tiene sentido cabrearse. Eso no. Somos humanos, sentimos todo y no podemos evitarlo.

Vive y siente de modo que no te arrepientes.

Punto.

No más punto y seguido. No más puntos y aparte. No más esquinas rebuscadas, no más nada. Ni tu, ni yo, ni nadie. Solo quedan demasiados textos escritos por y para ti, demasiadas canciones anegadas; quedan ganas. 
Ganas de comerme más el mundo, ahora sin ti. Ganas de partir. Y empiezo aquí, poniendo un punto y final a todo lo que me recuerda a ti.

viernes, 1 de marzo de 2013

Latido.

No me digas que tu no lo sentiste.
Que si, que había un vacío entre nosotros. Era un abismo con avisos de tormenta escritos en nuestros ojos, en las miradas que no nos atrevíamos a mantener. Dime, sinceramente, que tu no morías por dentro, que sentirme a un metro de distancia no hacía que tu alma estuviera inquieta. Dime todo eso, quiero oír la verdad. 

Que sí, que lo único que quedaba entre nosotros era nostalgia; nostalgia de saber que las caricias de antes no se recuperarían, que los besos a escondidas ya no tenían cabida. Atrévete a decirme que en cada palabra pronunciada tu corazón no se encogía por saber que ya las respuestas que obtendrías no serían las mías. Que las sonrisas de las demás te hacían sonreír como la mía solía. Dime todo eso, dime mentiras.

Y creerás que no te creo, creerás que estuve indiferente a los latidos que noté salir de ti. Indiferente a tus miradas, esas que esquivé. Indiferente de saber que ya no soy tuya y que nunca lo seré. Pues no, cree lo que quieras creer, como siempre harás (desgraciadamente...)

miércoles, 27 de febrero de 2013

Un suspiro.

Mi corazón, vacío,
de palabras, de suspiros, 
agotado, en la distancia,
se refugia, esconde el alma.
No he sabido detenerle;
ya no sabe, ya no duerme.
Confianza, ¿dónde fuiste?
Quiero ahogarme y evadirme.
Las palabras ya no sirven, 
y los recuerdos oprimen.
Sólo quedas tu -la espera-
y dejarme llevar por la marea.

viernes, 22 de febrero de 2013

Imparable.


Reprimido está el deseo de tenerte,
mas el miedo me conduce
–el de perderte-
por la senda en que se oculta mi agonía;
y las penas que no lloro
se consumen
 en un triste amanecer
hecho pedazos.

domingo, 17 de febrero de 2013

No más vueltas sin sentido


Si todo estuviese previsto en la vida, ¿qué intriga quedaría sobre el qué traerá el mañana? Es una reflexión precisa tras una reflexión constante al darle vueltas a todo. Si supiéramos qué va a pasar, minuto por minuto, vivir perdería su gracia. 

Por eso voy a disfrutar poco a poco, y volver a sacarle jugo a la vida. Exprimirla en cada segundo, descubrir lo bueno que me trae a cada paso que doy. Dejar lo malo detrás, dejar de pensar en consecuencias fatales y dejar de ser una máquina que evalúa todas las posibilidades. Empezar a sentir.
¿Qué te pide el corazón? ¿Qué quieres y necesitas ahora mismo? 

Esta perspectiva que había perdido, la recupero como filosofía de vida. 

jueves, 7 de febrero de 2013

Querría.

Querría poder luchar por ti. Querría tener la fuerza y la esperanza de que luchando conseguiría lo que se supone que queremos. Pero te has dado por vencido tan deprisa que no queda otra que replantearme que realmente lo que sentimos es muy distinto. 
Lucharía si tuviera esperanza y un corazón que me espere. Pero no hay nada. 
Sólo quedo yo, siendo fuerte y luchando por nadie más que por MI.

miércoles, 6 de febrero de 2013

what else.

I almost feel strong to write something that describes how I feel, but the pain I have inside of me is too hard for me. I'm gonna get out of here, I swear. 
It only needs time. 

domingo, 3 de febrero de 2013

Finalmente

Y lo sabía. Tonta de mí. Sabía que iba a llegar este punto en el que me estrellase contra la pared. Tarde o temprano. Aunque ha sido antes de lo previsto.
Solo queda rabia, por ambas partes, de saber que lo que no puede ser no es ni será. Que la vida a veces nos lleva por caminos que no entendemos, que no tienen sentido. Que no tiene ni pies ni cabeza distanciarse al sentir tanto, pero solo queda resignarse y apreciar lo que ha sido, asumiendo que ahí se queda, estancado, como una etapa de la vida, como una experiencia más, que se ha agotado porque se ha exprimido al máximo. No hay más. Quizá un llanto, rabia mutua y un hasta luego. 

miércoles, 30 de enero de 2013

No eres digno de mis sueños. No eres digno de mis besos, mis anhelos y mis miedos.
No mereces que te piense y que me muera por tenerte. 
Sabes que no lo quieres, y es así que no te lo mereces. 
Que susurre en las esquinas tu nombre y grite en silencio que te echo de menos.
Que cada vez esté cayendo más profundo en ti y tu no; es injusto.

¿Por qué no puedes darme aquello que quiero? "Para que lo valores", dirían ellos. 
Sin embargo, me tortura. Me desquicia el verte lejos, indiferente, hablando cuando estoy a un paso de alejarme, haciéndome que me quede. Haciéndome caer a donde sé que no me vas a recoger. Porque ambos lo sabemos. Y lo que más duele es eso: que sabemos que tu no me vas a seguir, que soy yo la única que va a ir detrás de ti. 

lunes, 28 de enero de 2013

Si.

Saber que te estás metiendo en la boca del lobo y aun así no poder evitarlo.

Es así. No lo querías, pero estás ahí, en un tren en marcha del que no quieres bajarte. Que te lleva deprisa y se acelera a cada estación que pasa.
Es un pensamiento hecho poesía, es la vida. Es pensarte a todas horas y sentir ansia, pura ansia de anhelar todos tus días, de querer participar en cada pensamiento tuyo. 
Sentimiento incontrolable, imparable e impulsivo. Locura, euforia, descontrol. Todo eso cuando estoy contigo, y cuando no. 
Y me dejo llevar, contigo, por ti y, por qué no, también por mi. Porque ahora mismo es todo lo que siento: que me voy perdiendo por momentos.

domingo, 13 de enero de 2013

Sin control

Este es el que nos separa de lo que pensamos; nos distancia, a ti y a mi; nos aleja de quienes somos realmente; nos impide confesar los secretos más inconfesables... Es ese, que llevado por el miedo al "qué pensarán", nos retiene, nos oprime y nos hace más pequeños. Nos guía por impulsos desenfrenados, egoístas, imparables e hirientes; hirientes para todos... Es aquel que no deja a los demás ver quienes somos ni qué queremos realmente. 

Es el maldito orgullo que nos come por dentro, que se lleva todo lo bueno, la sonrisa más sincera, las palabras que dirías si él no existiera. Y así, sin quererlo, le guardamos un rincón en nuestra actitud, impidiendo tomar oportunidades que irremediablemente se marchan. 

viernes, 11 de enero de 2013

Indescriptible.

Eres llanto, eres risa. Eres todas las sonrisas; todos los espantos. 
Eres miedo, eres anhelo, es un punto que no sabes si ponerlo.
La indeterminación más determinada y definida, eres la misma vida.

Un silencio que no oculta, que te insulta; eres eso y todo aquello que no quieres ser. 
Eres el amanecer, que despiertas entre nubes y te ocultas por temor a dejarte ver.
Eres luz parpadeante, exhausta y extenuante. 
Feroz, temida y temerosa. Eres eso y muchas otras cosas. 

Eres eso que congela y que calienta; eres toda una sorpresa.