lunes, 17 de junio de 2013

E.M.E.

Elemental, como todas las cosas que nos faltan por descubrir de la vida. 
Es elemental que quieras sentir tu mano en mi espalda, sólo en la mía. Elemental, como todas las cosas que no nos decimos, como todos los miedos que nos olvidamos de afrontar al ceder a la rutina y a ese "dejarlo pasar". 
Es elemental que nos dejemos espiarnos el alma y engullir nuestras desconfianzas.

Mágico, como cada beso que te debo porque es la continuación del anterior y el preludio del siguiente. Es mágico que con solo una mirada consigas hacerme sentir mil cosas a la vez. Mágico, como cada día que nos vemos y disfrutamos como niños sin saber que es necesario darnos cuenta de las cosas que deberían importarnos.

Estúpido, como las razones que da mi corazón para hacerme olvidar las pequeñas agujas que me clavas sin querer. Es estúpido pensar que puedo y te tengo solo para mí en todos los sentidos posibles. Estúpida es, quizá no, cada palabra que sale de mi boca si no es para decirte lo mucho que te extraño.

Así son mis pensamientos, de forma simultánea y complementaria. 
Así, indirectamente, eres todo tu, eme. 
A veces pienso que esto no puede ser normal, que un día voy a explotar.


miércoles, 12 de junio de 2013

Rallada mental

Esto soy sólo yo, y eso ya es decir, escribiéndole a mi ser. 

Declarando, en falso, todo aquello que quiero negar; deseando esconder bien el miedo que quiero ocultar, el terror a fallar, los temores de perder, la tristeza de no saber... 
Solo soy una chica que se niega a sí misma desear todo aquello que no se atreve a reconocer. 

Voy dando pasos en falso, voy andando por andar. Camino sin sentido, sin camino, hacia un destino que no puedo ni atisbar. Y no quiero seguir así, quiero cambiarlo y tomar las riendas de mi vida y caminar porque así lo decida, pero hay algo que me detiene y me frustra. El problema está en que no sé qué es.

Esto que escribo no tiene ni pies ni cabeza, es un desorden de ideas que necesito exponer o mi cabeza va a estallar. 

Tú estarás leyendo mientras piensas: qué chica más complicada, qué rara, qué mal está. 
Y yo... por qué te lo voy a negar.