Es un asco. Lo sé, lo acepto.
A veces lo repudio. Repudio esta maldita forma que tengo al sentir. Maldigo los malditos cambios de ánimo que tengo. Que tengo esta complejidad más absurda. Que de lo absurdo llega a lo risible. Que me río, por no llorar.
Las horas pasan y en silencio, no sé ni estar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario