domingo, 16 de octubre de 2011

Curioso despertar.

Domingo por la mañana, un mareo incómodo. Despiertas y observas un cuarto desordenado que muestra indicios de lo que pudo haber pasado la noche anterior. Recuerdos vagos y borrosos, siguen los mareos. Intento recodar, detalles, palabras, gestos, hora... es difícil. Poco a poco recupero la cordura, pero estoy cansada y sigo tumbada en la cama. No querer moverse. No querer comer, hablar, ser persona. Reflexionas sobre lo que ha pasado, quizá solo de una pequeña parte que es lo que recuerdas, pero sirve para que te des cuenta de cómo hubiera sido todo si no se hubiera producido un pequeño detalle, que, a última hora, había cambiado...

No hay comentarios:

Publicar un comentario